Modo II

Sentada viendo el paisaje cambiar,
me siento como una hoja en el mar recién amanecido.

Estoy en medio de algo cuyo nombre y propósito no logro encontrar.
Y como quien toma un mapa para saber "a dónde" yo estaba en planes de
"estoy en".

Luego todo se recoge,
todo se entrega.

Me paraliza verme acostumbrada a ello,
el aspecto humano se cae como una piel usada
y mis palabras hoy no son más que una voz grabada.

Comentarios

Ricardo ha dicho que…
No me atrevo a decir que las palabras son condenas, mas si requiere admitir que implica la innegable proporción de llantos y cicatrices, muchas veces de ficción otras, simple dolor.

En ocasiones la conexión con un texto, que es extraño, resguarda, recoge lo comunes que podemos ser como humanos. En mi caso, las palabras y su orden recuerdan instancias de un estanco, pausa. El punto de no retorno pero también el centro de un espiral que en progresivo debió desarrollarse.

Retomo la idea,

Las palabras suelen ser cicatrices, la idea de lo perpetuo. Capturas con otros símbolos, que en recuadros de voz se quedan, como piel usada, regresan.

pd: Si algún día lo lees, no es mi idea molestar, solo que resulta imposible no compartir una idea. Espero bien recibida sea.

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